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Archive for the ‘Religión’ Category

La Biblia cristiana más antigua, ahora en Internet

Página del 'Código Sinaiticus', la Biblia más antigua del mundo.

Página del 'Código Sinaiticus', la Biblia más antigua del mundo.

Alrededor de 800 páginas de la primera Biblia cristiana de la que se tiene noticia estarán a disposición de los internautas en la web http://www.codexsinaiticus.org, según informa la BBC.

El ‘Código Sinaiticus’, nombre que recibe el documento, cuenta con 1.600 años de existencia y está escrito en griego sobre pergamino. La versión original contiene alrededor de 1.460 páginas, cada una de 40 por 35 centímetros.

Este proyecto ha llegado a su fin después de cuatro años de colaboración entre la Biblioteca Británica, la Biblioteca de la Universidad de Leipzig, el Monasterio de Santa Catalina (Monte Sinaí, Egipcio) y la Biblioteca Nacional de Rusia, en San Petersburgo. Leer más…

San Cosme y San Damián: patrones del trasplante de organos

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<<Oh Dios, nuestro médico y remediador eterno, que hiciste a Cosme y Damián inquebrantables en su fe, invencibles en su heroísmo, para llevar salud a las dolencias humanas, haz que por ellos sea curada nuestra enfermedad, y que por ellos también la curación sea sin recaída>>.

(Oración de la antigua liturgia hispana)

San Cosme y San Damián. Monasterio de la Santa Transfiguración, Brookline, MA, EEUU

San Cosme y San Damián. Monasterio de la Santa Transfiguración, Brookline, MA, EEUU

Los hermanos San Cosme y San Damián, hermanos gemelos nacidos en la provincia romana de Arabia Petrea hacia el siglo III d.C, fueron afamados médicos en su tiempo, por lo que después de su ejecución a manos del gobernador romano de Cilicia por propagar la fe cristiana entre las más capas humildes de la sociedad fueron considerados junto al evangelista San Lucas como los santos patrones de los galenos, cirujanos, boticarios,… de toda la Cristiandad.

Desde un principio, la tumba donde se depositaron sus aseteados y torturados restos por los soldados romanos en la localidad siria de Cirrhus se convirtió en un lugar con fama de milagrero, donde numerosos creyentes, incluidos personajes de la talla del emperador bizantino Justiniano I,  aquejados de las más variadas enfermedades y dadas perdidas por los médicos acudían a sanar. Pero también su nombre ha quedado ligado a la historia de los trasplantes por una curiosa historia que os voy a referir ahora, y que ha quedado reflejado en numerosos lienzos, como es el caso del retablo que ilustra esta entrada realizado por el palentino Pedro Berruguete y que en la actualidad se encuentra expuesto en el Museo de la Real Colegiata de San Cosme y San Damian de la localidad burgalesa de Covarrubias; o el siguiente cuadro, obra atribuida a Fernando del Rincón y perteneciente a la pinacoteca del Museo del Prado.

El milagro de San Cosme y San Damián atribuido a Fernando del Rincón. En la actualidad, en el museo del Prado.

"El milagro de San Cosme y San Damián" Obra atribuida a Fernando del Rincón.

El milagro que unió definitivamente el nombre de San Cosme y San Damián con los trasplantes nos lo relata Jacques de Vorágine (siglo XIII) en su famosísima obra a lo largo de los siglos Leyenda áurea de la vida de los Santos. En esta compilación de milagros de santos y beatos el hagiógrafo galo nos cuenta como en el París del siglo XIII la pierna de un presbítero de una iglesia de la ciudad encomendada a la protección de los dos santos lentamente se fue gangrenando debido a un tumor o una infección, causándole grandes dolores. Tanto debió de ser su sufrimiento, que los patrones de su parroquia se apiadaron de su piadoso feligrés y una noche le sustituyeron el miembro enfermo por una extremidad sana procedente de un criado «moro» o de raza etiope que acababa de fallecer el día anterior, realizando así uno de los primeros trasplantes conocido por historia: <<…el encargado de cuidar el templo parisino dedicado a ambos santos sufría enormemente a causa de un tumor en su pierna; y una mañana despertó sin dolor y con una pierna obtenida del cadáver de un etíope fallecido el día de antes.>>. El relato se repite en distintas crónicas variando la fecha  y el lugar en que fue realizado, los participantes, etc. Así el portento se localiza también en Egea, la localidad cilicia natal de Cosme y Damián, en vida de los mártires (el donante era un etíope y el receptor un mercader), y en la Roma del siglo XII donde el donante era un negro y el receptor un sacerdote.

El apóstol Santo Tomás en América

diciembre 30, 2008 3 comentarios

Venerado como santo tanto por la Iglesia Católica como por la Ortodoxa, Judas Tomás Dídimo ha pasado a la posteridad por ser uno de los doce apóstoles de Jesús de Nazaret, de quien la tradición ha hecho que fueran primos de segundo grado. En su origen era un pescador del mar de Galilea de carácter depresivo y pesimista, destacando por su incredulidad, la cual le llevo a dudar de la Resurrección de su maestro. La Iglesia le ha atribuido la evangelización las regiones orientales allende el Imperio Romano, en especial de Siria, Persia e India, donde tras una vida de predicación murió en Mylapore, localidad de la actual ciudad de Madrás.

La duda de Santo Tomás, relieve del claustro de Santo Domingo de Silos.

La duda de Santo Tomás, relieve del claustro de Santo Domingo de Silos.

Desde el siglo XVI, comenzaron a circular versiones sobre una hipotética evangelización del apóstol Santo Tomás entre los nativos del Nuevo Mundo mucho antes del descubrimiento de América por Colón. La base de esta leyenda, introducida posiblemente en el continente sudamericano por los jesuitas, se encuentra en el recuerdo de los «indios predicadores», santones hechiceros nativos y la certeza de que el apóstol habría predicado por Persia, Etiopía y las Indias Orientales.

Sello postal portugués, conmemorativo del 4ºcentenario del nacimiento de Nóbrega (1954)

Sello postal portugués, conmemorativo del 4ºcentenario del nacimiento de Nóbrega.

La mención más antigua de la leyenda conocida aparece en una obra alemana «Zeitung aus presillig (Brasilig) landt» y se reduce a unas lineas: <<…Notamse nesta gente reminiscencias de S.Thomé.>>. El verdadero impulsor de la leyenda fue Manuel de Nóbréga, (1517-1570) un misionero jesuita, fundador de las misiones de Brasil y primer obispo de la diócesis brasileña, quien en una carta dirigida en 1549 desde Salvador de Bahía al canonista de origen navarro Martín de Azpilcueta (1493-1586), en la que relataba que en muchas regiones brasileñas se daba por cierta la predicación de Santo Tomás por esas tierras. Años más tarde, el propio Nóbrega hallaría unas supuestas huellas de Santo Tomás, parecidas a las que el apóstol había dejado en Ceylán.

Otro participante en la leyenda fue el también hijo de San Ignacio Antonio Ruiz Montoya (1538-1652), uno de los principales misioneros jesuitas en el Paraguay, quien para subsanar el problema que planteaba la improbabilidad del viaje transoceánico del apóstol, defendió que Santo Tomás había llegado a la Bahía de Todos los Santos en: <<…embarcaciones romanas que por la costa de África tenían comunicación con la América o por milagro, que se puede tener por más cierto>>.

El último resplandor de la leyenda la protagonizaron tres mexicanos: el matemático e historiador Carlos de Sigüenza y Góngora (1645-1700), quien defendió que el apóstol Santo Tomás no había predicado en la India sino en las Indias, poniendo como argumentos que el recuerdo de su figura había pervivido a través del dios mesoaméricano Quetzalcóatl; José Ignacio Borunda (1740-1800), abogado nacido en Querétaro, publicó un alucinante escrito «Clave historial» a raíz del descubrimiento de ciertos objetos prehispanicos en la Plaza de la Constitución de Ciudad de México en 1790 en el curso de unas obras de remodelación, donde propugnaba de nuevo la síntesis Santo Tomás-Quetzalcóatl además de sostener una delirante teoría según la cual un famoso cuadro de la Virgen de Guadalupe estaba pintado sobre la capa del apóstol; y finalmente, el padre dominico Servando Teresa de Mier (1763-1827), quien acepto las teorías de Ignacio Borunda exponiéndolas en un famoso sermón que pronunció en Ciudad de México el 12 de diciembre de 1794 ante numerosas autoridades novohispanas, entre las que se contaban el Virrey y el Arzobispo de México, y que le valió un destierro por diez años a la localidad cántabra de Las Caldas ya que había cuestionado la legalidad de la conquista castellana del continente americano. Ya se palpaba en el ambiente las ideas revolucionarias que desembocarían en las guerras de independencia hispanoamericanas.

Fuentes:

Vía: Blog Historia de América