¡No tengo una gorda!
Aún todavía se pueden escuchar en España de boca de padres o abuelos las expresiones pertenecientes a la cultura popular «no tengo una perra» y «no tengo una gorda«, utilizadas para referirse a la falta de dinero. Estos dichos coloquiales encuentran su origen en 1868 con la creación de una nueva moneda oficial por el Gobierno Provisional liderado por Francisco Serrano, la peseta de 100 céntimos, con el objetivo de solucionar el déficit crónico que venía padeciendo la hacienda pública desde el reinado de Fernando VII además de terminar de una vez por todas con la diversidad de monedas existentes hasta entonces.
Las monedas de 10 cts. y de 5 cts. pertenecientes a esta acuñación llevaban grabadas en la cara un león rampante que sostenía un escudo de España, pero como los usuarios no llegaron a identificar a esta especie tan exótica asimilaron al felino con un gran perro. De este modo la moneda de más valor recibió el apelativo de «la perra gorda«, y por contraposición se llamo «la perra chica» a la más pequeña.
Fuente: HISPANIA Historia de España, Ed. Vicens Vives.
Los «grises», el legado nazi
Conocidos popularmente como «los grises» por el color de su uniforme, el Cuerpo de Policía Armada y de Tráfico fue un cuerpo de policía creado por la dictadura franquista tras la Guerra Civil. Su misión fue de <<vigilancia total y permanente, así de represión cuando fuera necesario>> lo que nos revela perfectamente el estado dictatorial al que servían. Reorganizada durante la transición, esta institución desapareció sustituida por la Policía Nacional en 1978.
Sin embargo lo que muchos desconocen es que este tipo de policía se creó a imitación de su homóloga alemana a raíz de la visita que el dirigente germano y jefe de los órganos represivos nazis de Alemania Heinrich Himmler realizó a España durante el mes de octubre de 1940. Aunque el objetivo oficial de esta embajada alemana era explicar el funcionamiento de la policía en su país, Himmler venía a tantear las simpatías pronazis de la Falange. Aunque la visita fue inútil desde el punto de vista político, meses después en España, se publicaría la Ley de Policía de 1941, cuya aplicación pretendía asegurar <<…vida de la Nación, que en los Estados totalitarios se logra merced a una acertada combinación de técnica perfecta y de lealtad…>> Como consecuencias más inmediatas se confirió rango de orden público a la Milicia de las FET y de las JONS y se creó el Cuerpo de Policía Armada y de Tráfico, quienes adoptaron el uniforme gris claro de la policía alemana. Habían nacido «Los grises», órgano represor franquista.
Fuente: La Aventura de la Historia Nº 130
La chulería de un argentino
Muchos científicos siempre han arrastrado entre sus defectos un exceso de soberbia y una sobreestimación de su trabajo. Si a esto le unimos la chulería y egocentrismo que ostentan algunos argentinos, surge la historia del ingeniero Juan Baigorri Velar, nacido en la provincia de Entre Ríos en 1891.
Baigorri ideó una máquina que según explicaba medía el potencial eléctrico y las condiciones electromagnéticos de la tierra, haciendo llover donde quisiera. Sin embargo, afirmaciones tan rotundas y chulescas del entrerriano debieron tocar las narices al director del Servicio de Meteorología Nacional quien le tachó de mentiroso. Sin cortarse un pelo, el ingeniero anunció que el 2 de enero de 1939 llovería sobre Buenos Aires, además de regalar con un paraguas al incrédulo meteorólogo. Aquel día, todos los bonaerenses vieron caer una copiosa lluvia sobre su ciudad.
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La honra de Isabel II puesta en duda
Obligada a casarse a los 16 años con su primo el infante don Francisco de Asís de Borbón, pretendiente elegido por el gobierno para el casamiento por ser un hombre apocado y poco interesado en inmiscuirse en las cuestiones políticos de la Nación, Isabel II de España vivió desde el principio su casamiento como una realidad infeliz y desgraciada ya que al escaso carácter de su conyugue se unía su probada homosexualidad y la presión palaciega, factores que nos explican sus constantes aventuras extramatrimoniales en los lechos de políticos o militares. Un dato revelador de la ineficacia de este matrimonio real nos la ofrece la paternidad de los doce hijos de la monarca: según estudios de ciertos historiadores hasta siete de sus embarazos fueron fruto de sus numerosos amantes. Leer más…
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